Aunque el Triglav no es la montaña más difícil de escalar en Eslovenia, requiere cierto nivel de experiencia.
Escalar el Triglav sin experiencia (o sin alguien que la tenga) en moverse por terrenos expuestos y escarpados, en la búsqueda de rutas y en el conocimiento de las condiciones meteorológicas locales puede tener consecuencias peligrosas: perderse, lesionarse gravemente o, en el peor de los casos, morir. Lo que es 100% seguro es que tu excursión no será ni la mitad de agradable de lo que podría haber sido.
Un guía local profesional tiene toda la experiencia y los conocimientos necesarios para que su excursión sea más segura y, por tanto, más agradable. También puede mejorar la experiencia de la escalada con interesantes historias y consejos, asegurándose de que la escalada al Triglav sea un buen recuerdo.
El Triglav es una de las montañas más populares de Eslovenia. Tiene un gran valor simbólico para nosotros y se dice que no se es un verdadero esloveno hasta que se sube a su cima. Por lo tanto, se puede esperar mucha gente en la montaña en la temporada alta (julio-septiembre), especialmente los fines de semana. Sin embargo, los días laborables es mucho más tranquilo. Por suerte, nuestros guías tienen algunos trucos en la manga para evitar las multitudes. Pista: saben exactamente cuándo y dónde ir.
Miles de personas suben al monte Triglav cada año. Algunos vienen mejor preparados que otros, que subestiman la subida, lo que puede provocar accidentes. Pero con el enfoque adecuado, conociendo las condiciones meteorológicas (especialmente la posibilidad de tormentas y nevadas), con el equipo de seguridad adecuado y un guía experimentado, puedes minimizar los peligros objetivos y sentirte completamente seguro.
Refugios de montaña en las montañas eslovenas son muy acogedoras y auténticas, pero sólo ofrecen un confort básico. No espere demasiado lujo. Las reservas tempranas suelen ser recompensadas con una habitación, pero si todas las habitaciones están llenas hay dormitorios. No hay ducha y los lavabos son básicos. Hay agua corriente pero no es potable. La comida es sabrosa y local, pero el menú se limita a unos pocos platos y bebidas.
Cuanto antes, mejor. En la temporada alta, de julio a septiembre, no es raro que las cabañas estén totalmente reservadas con meses de antelación. Los días de semana son mejores, pero seguimos sugiriendo que se reserve con un mes de antelación. Las reservas de última hora dependen en gran medida del tiempo: si la previsión no es un perfecto pájaro azul, algunos lugares suelen estar disponibles unos días antes.