Las ascensiones invernales son desafiantes y gratificantes. Escalar la Cara Norte del Triglav en invierno ofrece una verdadera prueba de habilidad y resistencia, particularmente a lo largo de la renombrada Ruta Eslovena. Las condiciones invernales añaden una capa extra de dificultad, convirtiendo esta ascensión en un logro respetado.
La Ruta Eslovena, que data del siglo XIX, es una escalada bien conocida para montañeros locales e internacionales. Aunque la dificultad de la ruta es moderada, una ascensión invernal requiere una sólida experiencia en escalada, condición física y familiaridad con piolets y crampones.
Dadas las condiciones favorables, la nieve proporciona una base estable para una ascensión eficiente. Los escaladores estarán equipados con piolets, crampones y una cuerda de escalada, con un guía que asegura la seguridad en todo momento. El guía apoya hasta dos escaladores, por lo que no se requiere experiencia previa en técnicas de cuerda.
El acercamiento a la Pared toma alrededor de 1.5 horas, dependiendo de las condiciones de la nieve, seguido de 800 metros de escalada intensa, que ofrecen vistas espectaculares. Las condiciones de la nieve juegan un papel significativo en la duración total, y el guía proporcionará detalles sobre las condiciones esperadas de antemano.
Aquí hay un fascinante trozo de historia: En abril de 1946, Tone Pogačnik, un olímpico esloveno y esquiador de fondo, estaba entrenando en el glaciar Triglav cuando se instaló una densa niebla. Desorientado, accidentalmente esquiaba por el borde de la Pared Norte, cayendo 100 metros antes de aterrizar – milagrosamente ileso – en la Ruta Eslovena abajo.
NOTA: La excursión se puede extender a una ascensión de dos días a la cumbre del Monte Triglav a petición.